Me encontraste
en una calle fría, amenazada de lluvia
desprevenida.
Me secaste el rostro con infinita dulzura, y yo
yo te miré... ¡ Asustada te miré!
Y se quedaron nuestros ojos detenidos
y se callaron nuestras bocas esperando un beso
y nos mudamos a un rincón
llevando corazones, ansias desoladas.
Las palabras huyeron de emoción
cantaron labios diciendo nada
como la noche
como nuestros cuerpos.
Nada dijeron y sin embargo
ardieron en deseos
embriagados, enceguecidos de pasión
sin límites
en llamas...
Pan..
CHILE
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