Esta mañana mis pies
parecían no posarse sobre el suelo.
Sentí miedo, te lo cuento
porque es una experiencia
muy elocuente.
Antes de amanecerme , Dios
vino a mi encuentro
a regalarme una presencia…
Caricias en mi alma
y , por qué no decirlo
también en mi cuerpo.
Su amor inmenso de Padre
su gratitud de Hijo y
de Hermano.
Esta mañana mi Dios
en forma de Angel
me ha visitado…
¡estando despierta y enamorada!
Y en el Amor infinito
de su
ternura y
de su beso
me ha regalado
las alas.
Elena de Troya
COSTA RICA
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